8 de junio de 2012

La Euro del fin del euro, partido 1: Polonia 1 - Grecia 1

* En la escuela primaria, yo era de esos chicos aventajados de cuyas pruebas todos se quieren copiar. En la escuela secundaria la cosa cambió: fui yo el que se copió a destajo de los exámenes de mis amigos. Cumplí 40 hace días y sigo haciendo lo mismo: este es un intento facsimilar de copiar la subjetiva cobertura que mi amigo Luis Chaves hizo del Mundial 2010. Veremos cómo me va con el experimento, cuánto me dura.


* Polonia y Ucrania organizan la decimotercera copa europea de naciones. Algo tan inverosímil como que Chile y Argentina organicen un mundial en conjunto. Polonia viene a ser Chile: en Ucrania hay altos quilombos organizativos.


* Europa, ese museo de la civilización, es también el museo animado del fútbol. La historia (la crisis) volvió a Europa. Los sueldos ya no sonríen, ni acá ni allá. Veremos qué pasa con el fútbol.


* Sé lo que hice el verano pasado: lo necesario para que un buzo que me entraba con holgura ya no. El fatalismo del hincha de fútbol es que cada día se parece más al Tano Pasman, ese señor enfurecido que puteaba a su River descendente, ese plateísta de la vida. Queda poco del atleta que hubo en mí.


* El partido inaugural entre Polonia y Grecia fue la confirmación de que lo que seca las ilusiones no son las derrotas, sino los empates.


* El primer tiempo estaba escrito: el gol fatal de Polonia figuraba en el guión.


* Las estrellas de rock se ponen la camiseta de la selección de los países que visitan; los árbitros también. Pero a los 26 minutos del segundo, lo imprevisible hizo su entrada: un pelotazo hospitalario de un griego buscando la corrida diagonal de un compañero obligó al árbitro español a cobrar penal para Grecia en Varsovia y a echar al arquero local. Que se fue caminando como Pedro de su casa, como si no fuera el responsable del comienzo del fin de la ilusión polaca.


* A Polonia no lo salvaba ni Hércules, pero lo salvó un tal Tyton, arquero suplente. El agrande del arquero frente al tiro penal, se llamó ese corto: el tipo entró al campo, agarró la pelota que estaba sobre el punto penal, la besó y la volvió a poner en el pasto: parecía el pateador del penal, no el que lo tenía que atajar. Y lo atajó, por supuesto.


* El que hizo expulsar al arquero polaco se parece a Ulises Dumont. A los griegos no los seleccionan por su juego: hacen un casting, se fijan en sus gestos. Todo técnico de la selección griega que se precie, por ejemplo, debe tener el physique de rol de un chanta.


* Los hinchas son todos de Vodafone.


* El gol de Grecia no se gritó en Banchero.


* En otra pantalla, estaban dando un reportaje de Quique Wolff a Demichelis. El defensor argentino tenía un bucito apretado de manga corta, camisa y corbatín, y un peinado príncipe valiente. No pensé que sería tan fácil cruzarme con algo más feo que el fútbol que practica Grecia.


* El jugador griego que parece un filósofo (siempre hay uno en el equipo azul) tiene un serio problema con las definiciones. Ese muchacho piensa con el empeine.


* Polonia se preparó como nunca para esta guerra en su territorio, y hoy tal vez empezó a perderla: hablemos del karma.





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