21 de febrero de 2012

¿Con cada poema se pierde una amiga? (Martín Wilson)


Estoy bailando
como el pelado de Midnight Oil 
en how can we dance when our earth is turning
para parecer distinto
moderno (en aquella época)
para tener paso, la letra no importaba
y que me mire Amalita 
en la fiesta en un médano de La Barra no colonizada
Punta del Este 92.

Años después discutiría con su novio punk
Me tuve que ir de su casa
Bajate del escenario le dije—. Nadie te está escuchando
Lo dije en forma de eslogan, con uppercut, para impesionarla
pero me tuve que ir de su casa. 
Pero te reíste Amalia, no sé si querías realmente que me vaya
(así lo quiero recordar). Me peleaba por vos.
Y me volví solo manejando el renó 11 blanco de mi vieja.

I was just a poorboy como el del titanic
un bribón inglés que se enamoraba
de las más linda, la más sensible
y de yapa la más rica de todo el oceáno.

Te perdí de vista. Lo que el tiempo se llevó, Amalita. 

Nunca voy a olvidar la lección que me diste,
cuando invitaste amigas y amigos a tu casa
y yo llegué con un vino caro.
No hacía falta me dijiste con los ojos—. No es necesario.

Cuántas cosas que pasaron
sin pensarnos, independientemente de uno y de otro.
¿Quiénes somos? ¿Qué hicimos?
Lo que tuve que leer
para seguir sin entender todo esto.
En un solo día hay muchas personas
que pasan por nuestro pensamiento y en una vida demasiadas
como para recordarlas.
Cómo cuesta llamar la atención.
Cómo cuesta abrirse paso. Lo sabés. 

La otra tarde te vi en los diarios,en las revistas
Habías perdido a alguien. Todo el mundo sabía.
Te vi tan triste.
Tuve ganas de abrazarte, llevarte de viaje
a un mundo más simple.

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