17 de enero de 2013

Taller de lectura de narradores estadounidenses, nuevo horario, martes de febrero a las 19:30


Leeremos Fiesta de Hemingway, Nueve Cuentos de Salinger, Mujeres de Bukowski y Catedral de Carver.


Los talleres duran cuatro encuentros.

Martes 5, 12, 19 y 26 de febrero a las 19:30, en Talcahuano y Corrientes, CABA.

Costo: $450 los cuatro encuentros.

Informes e inscripción: santiago.llach@gmail.com

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Montados, pero siempre medio cayéndose del caballo de esa poderosa máquina cultural norteamericana que modeló la imaginación del siglo XX, siempre también medio ebrios, estos hombres arman un testimonio de esa época, mientras su país, la tierra prometida, hacía el tránsito que lo llevó de la pujanza agraria a la condición de potencia económica y militar.

Los realistas norteamericanos son los más románticos de todos: su función es limpiar el lenguaje. Al mismo tiempo que la testifican y la padecen en sus cuerpos, llevan a cabo la anteúltima erosión de los valores. Estos cuatro hombres son como los viejos escribas anónimos que caminaron los imperios: se hacen las dos preguntas básicas (el amor, la muerte) y cultivan con sequedad el arte de narrar.

De Hemingway leeremos Fiesta, la novela de los años locos en la que el último heterosexual blanco muestra a unos perros lamiéndose las heridas mientras vagan por un iceberg alcohólico, y leeremos también algunos cuentos de la serie de Nick Adams, ese chico que aprendió a ser duro sin dejar de propender a las escenas de intimidad entre dos hombres.

Del soldado del Doceavo Batallón del Cuarto Regimiento de Infantería Jerome David Salinger leeremos sus Nueve cuentos, culminación maníaca de la profusa tradición de la short story, quizás una reversión perversa y postraumática de los cuentos infantiles clásicos en el escenario de la economía de los servicios.

Del alemán Bukowski, la novela Mujeres, intentando buscar, detrás de las bravuconadas misóginas de un alter ego tardíamente consagrado, al lector sensible de las relaciones entre mujeres y hombres.

Finalmente, del escritor en recuperación Raymond Carver --el hombre que trabaja sus errores hasta que parecen hechos a propósito-- leeremos Catedral, ese modesto monumento minimalista que levanta los techos de las casas de los trabajadores de cuello azul para convertir los pequeños malentendidos en que consiste la vida en imágenes poéticas difíciles de olvidar.


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